Toda ciudad enfrenta retos comunes: la concentración poblacional, la infraestructura y servicios; la actividad económica, la administración del territorio y el manejo del suelo. Estos retos se “traducen” en relaciones con su entorno: movilidad demográfica, redes logísticas; las relaciones mercantiles, su perfil productivo; el tipo de interacción con su entorno ambiental, etc.
Intermedias
Los estudios internacionales suelen clasificar a las ciudades por su tamaño físico y demográfico. Pero también se las puede mirar desde su rol o funcionamiento. Así, las ciudades intermedias son aquellas plataformas de integración y vinculación que enlazan y articulan al territorio, a través de sus redes logísticas, sus actividades económicas, la movilidad de las personas, la infraestructura de transforma su medio ambiente. En el caso ecuatoriano además, fluctúan entre 50000 y 1000000 habitantes. Y puede haber tantos tipos como formas de relación con su entorno:
Tipo de ciudad intermedia |
Descripción |
Ciudades portuarias/de exportación |
áreas urbanas especializadas en acopio, distribución e infraestructura orientadas al comercio y la exportación |
Centralidad regional |
polos de acopio y distribución económica, influencia regional y movilidad humana con otras ciudades o territorios |
Ciudades Fronterizas |
ciudades con fuertes relaciones de intermediación con países vecinos |
Ciudades Extractivas |
ciudades que se han desarrollado en torno a la explotación y distribución de recursos naturales y de materia |
Ciudades adscritas a Sistemas Metropolitanos |
aquellas que actúan de manera interdependiente con ciudades mayores |
Sostenibles
Una ciudad es sostenible, no sólo cuando guarda equilibrio con el entorno ambiental, sino también cuando equilibra sus roles económico, político y social, y especialmente cuando incorpora un enfoque de derechos humanos
La idea de un desarrollo urbano sostenible se ha concretado en grandes marcos orientadores internacionales: la Nueva Agenda Urbana, producida en Hábitat III (2016), y conecta con los principios de la Agenda para el desarrollo sostenible de Naciones Unidas (ODS) y el protocolo internacional contra el Cambio Climático (Acuerdo de París).